Page 125 - El poder del pasado. 150 años de arqueología en España
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cualitativa en la búsqueda de artículos con temas, mé- todos o síntesis realmente innovadores.
También hay que mejorar la restauración y puesta en valor de los monumentos y evitar prácticas como la destrucción del Teatro de Sagunto a fines del siglo XX o la del Palacio de Asdrúbal en Cartagena en el XXI y cabe decir lo mismo de las labores de restauración en el pla- no internacional, sin la visibilidad y repercusión que merecen. Como ocurre con las excavaciones, se echa en falta una planificación de conjunto por profesiona- les independientes para optimizar los medios siempre limitados y cada vez más costosos sin presiones «políti- cas» ni alianzas clientelares, para que España ocupe el lugar que le corresponde por su gran tradición cultural.
Patrimonio Arqueológico en la España actual
El desarrollo económico y social de España en el último tercio del siglo XX ha hecho que la sociedad sea más madura y se interese más por su Patrimonio Histórico. A ello ha contribuido el aumento de la cultura y la idea de que nos pertenece a todos y de que puede ser fuente de desarrollo sostenible. Esta mayor sensibilidad se re- fleja en leyes como la de parques arqueológicos, en la creciente valoración del entorno urbano y paisajístico y en la designación de algunos yacimientos como Patri- monio de la Humanidad, para contribuir a su valora- ción universal, aunque generalmente sean un reclamo turístico.
Hacia el futuro, la arqueología debe ampliar sus fronteras desde el campo científico a la divulgación y al disfrute de masas. A la investigación debe acompañar una buena divulgación, para que la sociedad pueda dis- frutar de arqueología, naturaleza, cultura y viaje de pla- cer. La arqueología es un elemento de desarrollo soste- nido, pero las cuantiosas inversiones que requiere exigen estudios cada vez más rigurosos sobre la viabili- dad económica de un proyecto y sobre el impacto del turismo sobre el bien arqueológico en explotación.
Además, la arqueología va a ser cada vez más glo- bal, de todo el planeta, pues todo patrimonio arqueoló- gico forma parte del patrimonio de la humanidad. Los restos arqueológicos son objeto de estudio, de curiosi- dad o de oferta turística, pero al mismo tiempo forman parte de un patrimonio cada vez más valorado por to- dos, ya que pertenecen a toda la humanidad, presente y venidera, puesto que son su memoria histórica y, en consecuencia, una base fundamental del conocimien- to de nosotros mismos necesaria para avanzar hacia el futuro.
La globalización del Patrimonio Arqueológico exi- ge creciente coordinación internacional. El Patrimo- nio Arqueológico de España debe enmarcarse en el gran Patrimonio Histórico de Europa, formada por
culturas tan ricas y diversas, como elemento enrique- cedor, sin olvidar que nuestra arqueología colonial en Iberoamérica y Filipinas exige acciones semejantes por formar parte del Patrimonio Arqueológico de la Hu- manidad, dentro del que debieran protegerse en espe- cial los «galeones» españoles, símbolo del mundo glo- bal actual. Este Patrimonio es una hermosa herencia conjunta de nuestro pasado, que cada cual debe inter- pretar según su cultura, su posición ideológica y su sen- sibilidad estética. Nos pertenece a todos y al resto del mundo, pues forma parte del patrimonio de la humani- dad, presente y futura, para las que hay que saber pre- servarlo.
Planificación y eficacia
El desarrollo actual y futuro de la arqueología resulta cada día más complejo, por lo que cada vez se necesitan más medios ante el creciente costo de excavaciones e investigaciones arqueométricas y cibernéticas en el contexto de interdisciplinaridad y globalización al que se ha hecho referencia, pues sin las nuevas técnicas usadas no se puede desarrollar una arqueología de ca- lidad.
Lo mismo ocurre respecto a las fuertes inversio- nes que requiere montar y mantener un pequeño mu- seo local, por no decir un «parque arqueológico». Estos proyectos exigen un estudio riguroso de su viabilidad cultural y económica, tras valorar la integración del ya- cimiento y su paisaje en la planificación territorial y analizar los gastos necesarios y los recursos generados para lograr un desarrollo sostenido sin caer en impro- visaciones ni en falsas expectativas, cosa que tantas veces ocurre al tomarse decisiones « políticas », que muchas veces esconden intereses personales o cliente- lares. Y también se echa en falta eficacia en la gestión de las inversiones, pues rara vez se trazan objetivos prefijados planificados a corto, medio y largo plazo, para controlar el desarrollo del proyecto y sus resulta- dos a fin de lograr la máxima eficacia [fig. 1].
Todo gran trabajo arqueológico debe incluir entre sus objetivos atraer a los medios de comunicación para llegar al gran público. Es evidente la popularidad que goza la arqueología en los medios de difusión cultural como la prensa, el cine o la TV, y es previsible que conti- núe y aumente, aunque aparezcan noticias alarmistas o pintorescas. La arqueología depende del apoyo de la so- ciedad, por lo que hay que saber comunicar los objetivos y los resultados a los profesionales y más todavía al gran público con claridad y eficacia, para lo que hay que usar un lenguaje no especializado que permita comprender con argumentos claros y convincentes la información que ofrece. Esta popularidad también se manifiesta en el voluntariado cultural como colaboración activa en la arqueología de capas de población cada vez más am- plias, ya que pueden contribuir a su estudio y difusión y
 La arqueología española : de hoy hacia el futuro
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