Page 72 - El poder del pasado. 150 años de arqueología en España
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Grupo de participantes en el Primer Curso Internacional de Arqueología y Prehistoria en Ampurias ( verano de 1947 ). De izquierda a derecha : Panyella, Lamboglia, Tarradell, Pericot, Apraiz, Palol, Panizzi y Muntanyola.
en Madrid, del que será ayudante entre 1932 y 1934. La Guerra Civil le sorprende como becario en Austria y Ale- mania y se incorpora al bando de los sublevados, siendo nombrado en 1939 director del Museo Arqueológico de Barcelona y director del Servicio de Arqueología de la Diputación de Barcelona, que conllevaba la dirección de las excavaciones en Ampurias. Catedrático desde 1940 consolida su puesto en la Universidad de Barcelona des- de 1943 como titular de Prehistoria e Historia Antigua y Media (Gracia 2012). Desde 1947 organiza los cursos in- ternacionales de Ampurias, con la presencia destacada del arqueólogo italiano Nino Lamboglia (1912-1977), es- pecialista en cerámica romana y que aporta asimismo sus conocimientos sobre estratigrafía arqueológica, con lo cual a finales del período que estudiamos se publican ya en Ampurias resultados en el marco de estratigrafía arqueológica (Cortadella 1997) [fig. 12].
En Valencia, finalizada la Guerra Civil, el Servicio de Investigación Prehistórica se integró en la Institu- ción Alfonso el Magnánimo e Isidro Ballester fue nom- brado Comisario de Excavaciones Arqueológicas de la provincia. A su muerte fue sustituido en la dirección del Servicio por Domingo Fletcher con Enrique Pla Ba- llester (1922-1988) como subdirector. La recuperación de la actividad arqueológica se completó con la llegada
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Martín Almagro Basch, Joan Maluquer y Miquel Tarradell, activos prehistoriadores en los años 1950.
de Miquel Tarradell, del que hablaremos más adelante, a la cátedra de Arqueología de la Universidad de Valen- cia (1956) y la creación de la revista Papeles del Labora- torio de Arqueología de Valencia (1962).
La actividad arqueológica en el País Vasco duran- te los años inmediatamente posteriores a la Guerra Ci- vil se canalizó a través de instituciones como la Socie- dad de Ciencias Aranzadi ( 1947 ) y especialmente la Institución Príncipe de Viana (1940), perteneciente a la Diputación Foral de Navarra, con la que colaboraron arqueólogos como Blas Taracena y, a su fallecimiento, Joan Maluquer de Motes. En Francia, desde el exilio Barandiarán fundó el Institut Basque de Recherches, cuyos órganos de expresión eran las revistas Ikuska (1946) y Eusko Jakintza (1947), llenando esta última el vacío dejado por la Revista Internacional de Estudios Vascos, desaparecida en 1936. La influencia de Baran- diarán se hizo sentir sobre todo tras su vuelta a España, cuando la Sociedad de Ciencias Aranzadi le apoyó y lo- gró así resucitar proyectos anteriores como el Anuario de Eusko Folklore (1955) [fig. 13].
Las escasas relaciones internacionales de San- ta-Olalla unido a los profundos traumas que habían afectado al mundo académico en general influyeron en el desinterés por proyectos internacionales como el
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El poder del pasado: 150 años de arqueología en España