Page 372 - Goya y el mundo moderno
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 Rimbaud y, más adelante, los existen- cialistas. En Michaux, pintura y escri- tura van de la mano, y como nexo de unión actúa el viaje, ya sea físico, que le lleva a parajes exóticos y alejados, o psíquico, ingiriendo psicotrópicos y alucinógenos como la mescalina. En 1930 publica uno de sus libros más fa- mosos, Un certain Plume, con quince grabados del antihéroe Monsier Plu- me, que bien pudiera ser el álter ego del artista. Desde 1937 hasta 1939 di- rige y edita la revista parisina Hermes; en 1937 expone individualmente por primera vez; a partir de entonces se de- dica a la pintura y a la escritura indis- tintamente. Va ganando fama hacia los años cuarenta; a su vuelta de Brasil, André Gide se interesa por él y publi- ca «Descubramos a Henri Michaux», un artículo que dará a conocer al pin- tor. Durante la Segunda Guerra Mun- dial Michaux se refugia en el sur de Francia. En 1948 publica Nosotros dos, el libro de poemas más tierno y doloroso del artista, escrito tras la muerte de su esposa Marie Louise, quien había fallecido en el incendio que se declaró en la casa del matrimonio. A partir de este año, Michaux se in- troduce en la pintura y la escritura co- mo vía de escape, como refugio. A de- cir de Octavio Paz: «Henri Michaux se acerca al borde del precipicio, y desde hace muchos años, mira fijamente. ¿Qué mira? El hueco, la herida, la au- sencia [...] Mirar se vuelve una nega- ción, un ascetismo, una crítica. Mirar como mira Michaux es deshacer el nu- do de reflejos en que la vista ha con- vertido al mundo, el surtidor de las cer- tidumbres a un tiempo radiosas e in- significantes, romper el espejo, donde las imágenes, al contemplarse, se be- ben a sí mismas».5 Sus dibujos a tinta china evocan símbolos caligráficos en los que el lenguaje de la palabra y el lenguaje de la pintura se superponen. A pesar de no llegar a perder la figu- ración, Michaux se acerca cada vez más a la abstracción gestual. En 1960 recibe el premio Einaudi en la Bienal de Venecia. Cinco años después re- chaza el Gran Premio Francés de las Letras. En 1976 se exhibe en el Centre Pompidou una muestra retrospectiva de su obra plástica, pero no asiste a la inauguración. Sigue viajando, y en 1978 se instala definitivamente en Pa- rís, ciudad en la que muere el 17 de oc- tubre de 1984 a la edad de 84 años. L.B.Ch.
Bibliografía
Michaux, H., Henri Michaux, Murcia, Colegio Oficial de Aparejadores y Ar- quitectos Técnicos, 2000; AA.VV.,
Henri Michaux [catálogo de exposi- ción], Icebergs, Madrid, Círculo de Be- llas Artes, 2006; Michaux, H., Textos. Encuentros con Henri Michaux por E.M. Cioran, Barcelona, José J. de Ola- ñeta, 1978; Michaux, H., Obras esco- gidas: 1927-1984 [catálogo de exposi- ción], Valencia, IVAM-Centre Julio González, 1993.
Manuel Millares
(Las Palmas de Gran Canaria 1926- Madrid 1972)
Manuel Millares Sall nace en Las Pal- mas de Gran Canaria en 1926. Al co- menzar la guerra la familia se traslada a Arrecife de Lanzarote, lugar donde Millares pinta sus primeras acuarelas de paisajes de la zona. Comienza a in- teresarse por el arte contemporáneo y la cultura aborigen y expone por pri- mera vez de forma individual en el Cír- culo Mercantil de las Palmas (1945). Durante la segunda mitad de la década de los cuarenta se acerca a postulados más vanguardistas y experimenta con obras de poso surrealista, que muestra en el Museo Canario de Las Palmas (1948). Al año siguiente participa jun- to a sus hermanos en la fundación de Planas de Poesía y, entre 1950 y 1951, en la del grupo LADAC o Los Arque- ros del Arte Contemporáneo. Poco des- pués lleva a cabo sus primeras Picto- grafías canarias, y seguidamente expe- rimenta con soluciones más matéricas en la serie Muros (1955). Se traslada junto a su mujer Elvireta Escobio defi- nitivamente a Madrid. Durante estos años expone de forma individual en di- ferentes espacios como las Galerías Jar- dín de Barcelona (1950 y 1951), la Ga- lería Clan de Madrid (1951 y 1955), la Galería Buchholz de Madrid (1954) o la librería Cairel de París (1955). Sus míticas arpilleras surgen en 1956 como material característico de su producción e identidad artística. Estas primeras se- ries, Composiciones con texturas ar- mónicas y Composiciones con dimen- sión perdida, tras pasar por algunas muestras colectivas, se exponen indivi- dualmente en el Ateneo de Madrid (1956), momento clave en la trayecto- ria de Millares. Pocos meses después, en abril de 1957, el grupo El Paso pu- blica su manifiesto fundacional, que fir- man Canogar, Francés, Feito, Millares, Serrano, Suárez, Saura, Conde y Ayllón. La vida del colectivo se dilata hasta 1960 y constituye un hito fundamental para la vanguardia plástica española, que con su potente informalismo tre- pará hasta la primera fila del arte in- ternacional. Junto a sus compañeros ex- pone en la Galería Buchholz de Madrid (1957), la Caja de Ahorros de Asturias
en Oviedo (1957), la Institución Fer- nando El Católico de Zaragoza (1958), el Colegio Mayor de San Pablo de Ma- drid (1958), la Sala Negra de Madrid (1958), la Sala Gaspar de Barcelona (1959) y la Galería Biosca de Madrid (1959). Y en muestras internacionales como la Bienal de Sao Paulo (1957), la Bienal de Venecia (1958), la 13 Pein- tres Espagnols Actuels en el Museo de Artes Decorativas de París (1959), la European Art Today: 35 Painters and Sculptors llevada a cabo por el Minne- apolis Institute of Arts y presentada en diferentes museos norteamericanos (1959), la Four Spanish Painters en la Galería Pierre Matisse de Nueva York (1960) o la Before Picasso after Miró en el Guggenheim de Nueva York (1960). Durante esta etapa las arpille- ras de Millares crecen en volumen, el blanco y negro dotan de gran drama- tismo a la obra, que se incrementa con la incorporación de pequeños toques de rojo. Sus composiciones y formas evo- can cuerpos mutilados, desgarrados y rotos, en los que la venda se empapa de sangre. A estos cuerpos, Millares los de- nomina Homúnculos, y en ellos sinte- tiza la tradición plástica ibérica de Go- ya o Velázquez con el informalismo más internacional. Durante los sesenta los Homúnculos continúan adquiriendo mayor volumetría y dramatismo, aun- que paralelamente surgen sus Artefac- tos para la paz, en los que el blanco co- bra un protagonismo total, que presen- ta en la Galería Edurne de Madrid. En 1966 participa en la inauguración y co- lección del Museo de Arte Abstracto Es- pañol de Cuenca. Tras diferentes viajes lleva a cabo la carpeta de grabados Au- to de fe y en 1968 inicia la serie Hum- boldt en el Orinoco. Tras un viaje al Sa- hara sus pinturas comienzan a aclarar- se, con las que arranca su serie Antro- pofauna. En 1971 el Museo de Arte Abstracto Español de Cuenca edita su carpeta de serigrafías Descubrimiento en Millares 1971. Sufre un ataque ce- rebral, y es operado de urgencia en Ma- drid. Con la exposición Antropofaunas, Neanderthalios et Autres Oeuvres Re- centes de 1966 à 1970 acude al Museo de Arte Moderno de París, muestra que el propio Millares considera la culmi- nación de su trayectoria artística. El 14 de agosto de 1972 fallece en Madrid. Entre las numerosas exposiciones an- tológicas celebradas tras su muerte des- tacan la del Museo Nacional Reina So- fía de Madrid (1992), la Fundación An- tonio Pérez de Cuenca (2001) o el Mu- seo Sen-Oku Hakuko Kan de Tokio (2003).
M.G.
Bibliografía
Millares, E., Manolo Millares. Luto de oriente y occidente [catálogo de expo- sición], Madrid, Sociedad Estatal para la Acción Cultural Exterior, 2003; De la Torre, A., Manolo Millares: Pintu- ras. Catálogo razonado, Madrid, Mu- seo Nacional Centro de Arte Reina So- fía, Fundación Azcona, 2004.
Joan Miró
(Barcelona 1893-Palma de Mallorca 1983)
Joan Miró i Ferrà nace el 29 de abril de 1893 en Barcelona. Es hijo de Mi- quel Miró, orfebre y relojero, y de Do- lors Ferrà, hija de un ebanista de Pal- ma de Mallorca. Si bien demuestra una temprana afición por el dibujo, sus pa- dres lo matriculan en 1907 en la Esco- la de Comerç de Barcelona. Paralela- mente, asiste a clase en la Escola de la Llotja. Acabados sus estudios entra a trabajar como meritorio en una dro- guería. Pero no se adapta a esta vida y cae enfermo. Su familia acepta enton- ces que se dedique a la pintura, como es su deseo. Entre 1912 y 1915 asiste a la Escuela de Arte de Francesc Galí, abierta a las novedades artísticas y que pretende dar a sus alumnos una for- mación que abarque todas las artes. Desde 1913 acude también al Cercle Artístic de Sant Lluc, donde pinta mo- delos del natural. Allí coincide con Jo- an Prats, amigo que será de por vida, y Llorens Artigas, con quien trabajará la cerámica. En 1916 conoce a Josep Dalmau, quien le pone en contacto con los vanguardistas exiliados en Barce- lona durante la Primera Guerra Mun- dial y, en la galería de su propiedad, le organiza su primera exposición indivi- dual en 1918. En verano de ese año pinta en Mont-roig, en la masía de sus padres, Huerto con asno y La casa de la palmera, inaugurando un nuevo es- tilo de corte detallista. En 1920 viaja por primera vez a París. A su regreso denota la influencia cubista en obras como La mesa (Bodegón con conejo). Desde entonces pasa los inviernos en París y los veranos en Mont-Roig. En 1921 realiza su primera exposición en París, en la Galería La Licorne, que re- sulta un fracaso de ventas, pero las es- casas críticas que recibe son positivas. Ese verano inicia La masía, que expo- ne al año siguiente en el Salón de Oto- ño. A partir de 1923 se va alejando paulatinamente de la realidad como modelo, creando paisajes mediante un nuevo sistema de signos. Pinta obras como Paisaje catalán (El cazador) o Carnaval del arlequín. Conoce a An- dré Breton y en contacto con los su- rrealistas desarrolla sus «pinturas oní-
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