Page 82 - El retrato español en el Museo del Prado
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VICENTE LÓPEZ PORTAÑA
Valencia, 1772 – Madrid, 1850
Inició su formación artística en la Academia de Bellas Artes de San Carlos de Valencia, que le concedió en 1789 una pensión para estudiar en Madrid. En la corte fue discípulo de Mariano Salvador Maella, quedando además deslumbrado por la fastuosidad barroca de los frescos
de Luca Giordano y Corrado Giaquinto en los sitios reales, que marcarán decisiva- mente su propio estilo, sobre todo en sus decoraciones murales. Una vez de vuelta en 1792 a su ciudad natal, realiza sobre todo en esos años cuadros religiosos y conjuntos murales para iglesias, además
de retratos, proyectos de monumentos
y gran cantidad de dibujos para grabar. Tras la guerra de la Independencia, Fernando VII le nombró el 1 de marzo
de 1815 su primer pintor de cámara, con- virtiéndose desde entonces en el pintor más solicitado de la sociedad cortesana. Contribuyó decisivamente al proyecto del Real Museo de Pinturas, cuya dirección artística asumirá desde 1823, dirigiendo además la conclusión del programa deco- rativo de las bóvedas del Palacio Real de Madrid. Fiel a su estética y formación, y como primer pintor de cámara de Isabel II, su personalísimo estilo se fue acomodando al lenguaje formal, que no al espíritu, del pujante romanticismo. Hasta su vejez, con- servó inalterables sus excepcionales dotes técnicas, que le permitieron continuar su incansable actividad de pintor y dibujante hasta pocos días antes de su muerte. J. L. D.
FEDERICO DE MADRAZO Y KUNTZ
Roma, 1815 – Madrid, 1894
Nació en Roma, donde su padre, José de Madrazo, ocupaba el cargo de pintor
de cámara del exiliado Carlos IV, siendo apadrinado por el príncipe Federico de Sajonia, del que recibió el nombre de pila. Perteneció a una extensa familia de notable influencia en los círculos culturales madri- leños, en la que destacaron sus hermanos, sus hijos, Raimundo y Ricardo, su yerno, Mariano Fortuny, y su nieto, Mariano Fortuny Madrazo. Con cuatro años llegó
a Madrid, donde se formó con su proge- nitor y con Juan Antonio de Ribera y José Aparicio en la Academia de San Fernando, en la que ingresó con dieciséis años como académico de mérito. Completó su forma- ción en París, donde estuvo influido por Jean-Auguste-Dominique Ingres y triunfó en los Salones con cuadros de asunto his- tórico. Regresó a Madrid en 1834, contrajo matrimonio con Luisa Garreta y, junto con su cuñado, Eugenio de Ochoa, fundó El Artista, periódico de arte y literatura, de corta vida, difusor del Romanticismo en España. En 1840 viajó a Italia, y en Roma recibió la influencia de Johann Friedrich Overbeck y de los nazarenos alemanes.
De nuevo en Madrid se convirtió en el retratista oficial de la corte isabelina y la alta burguesía de la capital donde se casó en 1874 en segundas nupcias con Rosa Guardiola, baronesa viuda de Andilla. Fueron innumerables las distinciones que acumuló en su carrera, que culminaron con la dirección del Real Museo de Pintura
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