Page 83 - El retrato español en el Museo del Prado
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                y Escultura, en el que al morir se instaló su capilla ardiente presidida por el Cristo crucificado de Velázquez (Museo del Prado, P-1167), y la presidencia de la Academia de San Fernando. F. E.
ANTÓN RAFAEL MENGS
Aussig, Bohemia, 1728 – Roma, 1779
Prototipo de artista internacional del siglo XVIII, inició su aprendizaje en Alemania, prosiguiendo su formación en Roma. Su padre, también pintor, lo orientó cuando todavía era un niño hacia el análisis de la producción de Rafael y Correggio, cuyas obras estudió directamente. Conoció a Johann Winckelmann, el célebre arqueó- logo e historiador alemán, y se convirtió al nuevo estilo neoclásico que éste abandera- ba, reelaborando la estética barroca a partir de las tradiciones de la Antigüedad clásica griega y romana. Puede ser considerado, en consecuencia, como el impulsor y propa- gador del Neoclasicismo, tanto en la teoría, merced a diversos tratados, como en la práctica, mediante sus pinturas alegóricas, mitológicas y religiosas. También se dedicó al retrato, aunque en este género mantuvo la herencia rococó, siempre dentro de una elegante frialdad conceptual.
Trabajó intensamente en Roma y tam- bién para las cortes de Dresde, Madrid y Florencia, lo que contribuyó a la difusión de sus principios estéticos, particular- mente en España, donde ejerció gran influencia sobre distintos pintores, entre ellos Francisco y Ramón Bayeu, Mariano
Salvador Maella, Joaquín Inza, Francisco de Goya e incluso el joven Vicente López. Llegó a España llamado por el rey Carlos III para pintar las bóvedas del Palacio Real de Madrid y retratar a la familia real, así como para realizar cuadros de altar y dirigir, entre otras instituciones, la Real Fábrica de Tapices. Su papel fue decisivo en la normalización de la enseñanza académica y la difusión del gusto clasicista. Años más tarde regresó a Italia, volvió un tiempo a España y, por último, se estableció definitivamente en Roma, donde falleció. J. J. L.
ALONSO SÁNCHEZ COELLO
Benifayó, Valencia, 1531/32 – Madrid, 1588
A los diez años de edad Sánchez Coello se trasladó con su familia a Portugal, donde empezó su formación artística. Consciente de su talento como pintor, el rey Juan III le costeó en 1550 un viaje a Flandes para que completara allí su educación. Entró al servi- cio del cardenal Granvela y fue discípulo de Antonio Moro. Tras regresar a Lisboa, hacia 1552, trabajó para el príncipe Juan Manuel de Portugal y su esposa Juana de Austria, hermana del rey Felipe II. Cuando ésta que- dó viuda regresó a España para asumir el gobierno durante la ausencia de su hermano y, poco después, en torno a 1555, Sánchez Coello le llevó a la corte –entonces estable- cida en Valladolid– un retrato de su hijo, el futuro rey don Sebastián de Portugal. En Valladolid el pintor realizó los primeros re- tratos del príncipe don Carlos y allí contrajo matrimonio con Luisa Reynalte, de familia
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